El desarrollo empresarial de las mujeres está condicionado por las circunstancias en la que decide emprender un negocio, por el tamaño de la empresa, los estereotipos de género, la gestión del riesgo, las habilidades adquiridas, el acceso a los factores de producción, el sector productivo, la división sexual de trabajo, entre otros. Las mujeres empresarias se caractericen por una motivación empresarial basada en la necesidad y no en la oportunidad.
¿Entonces cuál debería ser el enfoque?: La Organización Internacional del Trabajo (OIT) propone el Modelo de Intervención para el Desarrollo Emprendedor de la Mujeres3, el cual a través de la promoción de intervenciones en cinco dimensiones busca el empoderamiento económico de las mujeres y el crecimiento de sus empresas:
Financiamiento: Las intervenciones en materia de financiamiento buscan superar los sesgos de género en la oferta y demanda de los servicios financieros que conducen a restricciones en el acceso al crédito, así como a diferencias en términos de montos y tasas.
Servicios de Desarrollo Empresarial: Es importante que los SDE como los servicios financieros faciliten el tránsito de las mujeres a segmentos empresariales y sectores que les permitan ampliar las oportunidades de mercado.
Acceso a mercados: Incrementar el ingreso de las mujeres pasa por estrategias de articulación productivas como la integración de las empresas de las mujeres a las cadenas de valor, la incorporación de acciones afirmativas de género en las compras públicas, programas de consolidación de ofertas, ruedas de negocios, etc.
Entorno de negocios: Se requiere reformas legales que garanticen la igualdad de oportunidades y corrijan sesgos de género en el funcionamiento del sistema económico y en el acceso a la propiedad.
Empoderamiento femenino: El desarrollo de los negocios requiere de una dosis importante de empoderamiento femenino: habilidades para el liderazgo, negociaciones y toma de decisiones; aspectos que desde el orden de género se consideran innatos en los hombres y desestimados en las mujeres.
Cuidados y corresponsabilidad: El fomento de la corresponsabilidad implica que hombres y mujeres se corresponsabilizan en los cuidados y trabajo del hogar, permitiendo que las mujeres liberen tiempo del espacio doméstico para el empresarial.
Fuente: «Desarrollo Empresarial con Perspectiva de Género»- CAF